domingo, marzo 23, 2008

KO

El referí levantando mi brazo luego de una contundente victoria.

sábado, marzo 22, 2008

Cumple de Ibán, muy buena excusa para jugar al béisbol (y comer dulces).

Posando con Oriana antes de salir de casa.
Llegando en mi 4x4.
Jelly beans, parte de mi importante dosis de azúcar.
Jugo 93% azúcar.

No sé quién fue el chistoso que puso un chasquibum en mi porción de torta.
Esto es para complacer a mi agente que me dice que siempre sonría.

Después de un par de birras, se me dio por vestirme de Superman e imitar a un canguro. Todo un éxito.
No se por qué, pero con esta pose gano a lo loco.
Esta sonrisa también rinde sus frutos.

Antes de ponerme a dormir, mami me levantó y se me resintió la muñeca de la mano izquierda. Me parece que el bate estaba un poco pesado. Así que terminé el día vendado víctima de mi primer lesión deportiva. Esto quedará para los anales del béisbol.

domingo, marzo 16, 2008

Noche de béisbol y Shaolín.

Un poco de lecciones de béisbol:

__________________________________________________________________________

Está bien, tal vez podamos debatir sobre mis habilidades en el béisbol, pero en este país lo que vende es el show. Y show es lo que yo sé dar. Imaginen el estadio lleno, final del torneo, llego a mi posición para batear y me despacho con esta escena:

Desde atrás.

Para quienes quieren verlo desde otro ángulo. Pronto sacaré un DVD, chequeen con su canillita.

martes, marzo 11, 2008

Cantando en el jardín.


Un par de clips. El audio no es el mejor, pero créanme que tengo muy buena voz. Mis movimientos tan simétricos los heredé de Papi.

sábado, marzo 08, 2008

Eligiendo mi vestuario.

No dejen de advertir mi calzoncillo.

A ver quién se da cuenta.

Adivinen qué tenía el postre que comí.

Meses de gimnasio.

Si acercan los ojos a la pantalla podrán notar mis incipientes abdominales.

domingo, marzo 02, 2008

Ya listos para ir a dormir.

Oriana es muy graciosa. Mi rutina consiste en que Papi me ponga el pijama (miren las medias tipo jugador de béisbol y el pantalón hasta el pecho) y Mami me dé la, ejem, mamadera. Sí, me da un poquito de verguenza pero la verdad es que me gusta.